Miro constantemente a mi alrededor buscando de dónde vas a salir corriendo a buscarme.
Es como si alguien te tuviera retenido y fuera a soltarte en cualquier momento. Y yo sigo pensando que ese momento cualquiera puede ser mientras estoy en el cine, y subirás corriendo las escaleras iluminadas hasta encontrarme, andando por la calle, y pegarás un tirón para que vayamos más rápido, o cuando abro el coche y espero a que saltes dentro.
Sé que no va a pasar, racionalmente sé que no vas a volver. Pero te sigo esperando. Y cada día, en contra de lo previsto, te echo más de menos.