G minus & The Infinite SadnesS

And if my face become

Me encantaría tener un día un ataque de rabia. O de hastío. Y mandarlo todo a la mierda y decir todo lo que se me pasa por la cabeza; que no sé a qué coño estás jugando y me estás empezando a tocar los huevos. Y tú exactamente igual. Que estoy hartísima de cómo me tratas. Que no voy a escuchar ese puto disco. Que no pienso irme contigo de viaje. Que no sé si esa es la única verdad, pero haré lo que sea para que no te encierres en ella, sino que la elijas si quieres de entre todas las demás. Que tu padre es un gilipollas, pero ya te darás cuenta. De momento con aprender a andar tienes de sobra. Que te quiero y tengo mucho miedo. Que me está siendo difícil, como me obligué en mi ataque de rabia anterior, hacerte sólo alguien más, pero que lo voy consiguiendo. Que tu actitud, o lo que me jode tu actitud, hace mucho para ello. Que el 99% del tiempo que estás aquí lo que quiero es que te vayas y me dejes en paz. Y no me importa si te aburres; no es mi problema ni mi responsabilidad. Y cuando intentas que me sienta culpable por ello sólo me cabreas más. Que estoy pensando en buscar otra cosa sólo para no tener que verte cada día y poder estar tranquila, aunque tenga que trabajar. Que por mucha Wii y por mucho Nespresso que haya, no me apetece una mierda subir esta tarde. Que a veces tengo que apretar mucho los puños. Que cada vez me siento menos a gusto cuando estás tú. Y que es sólo culpa tuya. Que no sé quién eres ni qué coño has hecho con ella, pero no me gustas nada. Que parece que ha funcionado y lo agradezco, pero me jode que sólo sean tomadas en serio las cosas que digo de manera cortante. Que me da igual qué hicieras en tu pueblo, me da igual a quién conozcas. Que no quiero ver vídeos tuyos ni tu myspace. Que si sabes de sobra que antes de las 12:00 no se me puede hablar lo hagas reiteradamente. Y me obligues a aguantarte. Que me sorprendí mucho contigo. Pero para bien. Que es absurdo que sigáis jugando a esto, que todos pensamos lo mismo en esos silencios. Porque todos sabemos qué pensar. Sí. Y no he sido yo. Que no pienso ir a ese concierto contigo. Que es demasiado fácil imaginarme contigo. Y que aunque lleve casi un año reprimiendo esos pensamientos idealizados y mucho más reprimiendo la tentación de decírtelos, es tan fácil y tan bonito imaginarlo... Que pasa algo. Y reconozco que me obsesiona un poco, pero no sabes la patada en la boca de mi diminuta autoestima que supone. Que igual sólo es una cuestión de tiempo (aunque no por el tiempo en sí), pero me preocupa. Que no te mentí aquel día. Pero no querías creerlo. Ella quería humillarme y tú querías una cabeza que poder cortar. Y yo sólo te quería a ti. Así que me reconocí culpable de algo de lo que no lo era sólo porque tú lo querías así. Y jamás hubieras creíd que todo lo que pasó fue un despiste mío, que mi privilegiada memoria a veces se queda en blanco y me da un null por resultado bueno. Que aquello sirvió para muchas cosas. Y ninguna buena. Que no sé si piensas en serio que voy a hacer gratis un trabajo que cuesta más por horas que esas señoritas a las que nunca les duele la cabeza. Que obviamente no voy a hacerlo. Que lloro todos los 9 de Agosto y todos los 9 de Agosto desde entonces llueve. Que siempre me he sentido identificadísima y siempre he querido que supieras esto. Aunque ni lo escribiera yo ni sepa de qué va. Que no soporto que vengas. Si quiero hablar contigo ya iré yo y si quiero compañía por las mañanas ya iré yo también. Que sí, he cerrado por dentro. Y sí, era para que tú no entraras. Que probablemente me haya pasado en las formas, pero es que estoy tan cansada...

Pero en vez de eso opto por encerrarme cada vez más dentro de mí. En guardar sólo para mí todas mis revoluciones intercraneales. Sólo para no alterar la aparente armonía exterior.

Eso lo dijo Eowyn cuando daban las 15:26 del Domingo 20 de Enero 2008