G minus & The Infinite SadnesS

Whenever I want you, all I have to do...

Ahora estás a punto de terminar una clase, sentadita en una silla con ruedas, haciendo como que atiendes. Haciendo como que piensas en mí.

Ahora yo estoy sentada en el despacho, delante del ordenador, haciendo como que trabajo, haciendo como que me interesa la contabilidad de esa empresa, haciendo como que posteo.

Pero esa es sólo la realidad de los demás. Eso es sólo lo que ven si miran. Incluso respondemos cuando nos hablan, pero ni tú ni yo estamos ahí.

La verdadera realidad (siempre diametralmente distinta de lo que parece) es que estoy detrás de ti. Abrazándote por detrás y descansando mi cabecita entre tu hombro y tu cuello. Dándote calorcito en la espalda. Tú has puesto tus manos encima de las mías, casi sin tocarlas, como hacemos siempre. Te doy un beso en el cuello y te da un escalofrío. Y ahí acaba todo. Sin espacio, sin tiempo, sin ninguna dimensión.

Mientras tanto, podemos seguir disfrazando la no-realidad con magdalenas de superchocolate, frapuccinos, chocolate calentito con avellana y nata por encima, de canciones de The Cramberries, de llamadas furtivas, de mi casa cuando se queda sola, de mi casa cuando se queda sola un fin de semana, de mi casa cuando puedo hacerte la comida, de mi casa cuando te hago tortitas para merendar, del olor de las tortitas cuando no están hechas todavía, de sopita cuando te constipas, de cajas de zapatos cuando me pongo mala, de abrazos eternos, de todos los besos, de las canciones tiernas de Evanescence, de ti y de mí, que hemos conseguido encontrarnos incluso en la no-realidad.

Y todo el resto es mentira.

Hoy quiero: Que lleguen las 9 y apachucharte...
La canción del día: Mad about you, que suena ahora en Kiss FM
La tira del día: Esa en la que Calvin está todo el rato en clase mirando el reloj y Hobbes le espera en la ventana (aunque creo que ya la he puesto...)

Eso lo dijo Eowyn cuando daban las 11:39 del Viernes 18 de Noviembre 2005