G minus & The Infinite SadnesS

3 cosas sin la más mínima importancia

Cosa sin importancia número 1: Me has llamado condescenciente. No tengo claro que sepas exactamente qué significa esa palabra, pero bueno, ya te voy diciendo que no lo soy. No sé si lo has dicho como un insulto, pero a mí me ha parecido que sí. No soy condescendiente porque no voy perdonándole la vida a nadie; yo no soy quien para hacerlo. No me creo ni mejor ni más sabia que nadie, no tengo razones para creerlo. No entiendes que deje pasar muchas cosas que hace la gente, o que no les dé tantísima importancia como tú. No aceptas que haya preferido tragarme los gritos que podían destruir a quien, según tú, se los merecía. Y puede que tengas razón y se los mereciera, pero eso no es lo que importa. Nunca te creiste que la perdonara sin más. Pero eso es problema tuyo. Tú "presumes" hasta cansarnos de haber sufrido mucho. No lo pongo en duda, pero quizás un día te veas de rodillas, cansada de seguir teniendo que respirar, con tus lágrimas hartas de tener que existir por tus gilipollces, siempre en silencio y con el estómago y la garganta anudados. Sólo entonces y sólo quizás me entiendas y sepas que no es condescencia. Es no poder condenar tus propias debilidades reflejadas en otros ojos. Es, precisamente, saber que no eres mejor que nadie para "castigar" o "dar su merecido" a quien actúa igual que tú. Con independencia de si se lo merece o no. Es que veas que todos estamos hechos de la misma pasta, que todos fallamos el mismo número de veces, que la diferencia es que a unos cuantos se nos nota mucho más. Es darte cuenta de que nadie es ni tan bueno ni tan malísimamente malo como parece o como nos quieran hacer ver. Pero hasta que ese día llegue (si es que llega) y la angustia te devore, sigue pensando que eres perfecta y que el resto somos todos imbéciles.

Cosa sin importancia número 2 (Totalmente independiente de las otras 2):

Cada vez me cuesta más creer en las coincidencias. Siempre has acabado queriendo lo poco que yo he tenido. Porque, por poco que fuera, me daba la vida. Es que nunca has sentido vida dentro de ti? Por eso quieres la esencia de la mía? No la mereces más que yo. O quizá sí, no lo sé. Sólo sé que esperas hasta que el barro de los pies del ídolo que han hecho de mí se moje y el ídolo y yo caigamos para atacar. Tú también me ganas de mano porque yo no sé luchar por lo que, lo sea o no, considero mío. Esta vez no vas a darte cuenta de si lloro o no. No vas a escuchar mi voz temblar, pero voy a decirte lo mismo otra vez; cuidala como yo no he sabido hacerlo. Se lo merece. Pero bueno, qué voy a decirte yo. Cuidala, por favor.

Cosa sin importancia número 3: Para terminar con algo dulce. Ayer conquisté el mundo = )·

Hoy quiero: Que nunca más vuelva a llegar mañana.
Canción del día: Lies de Evanescence.
De qué color son mis ojos?: Gris.